Ubicado en una nueva casona de la ciudad de Rosario, el comercio cuenta con un winebar y ya prepara diferentes actividades.
Finalizaba el año 2021 y en el piso de la radio invitábamos a Marcelo Quindt, una persona afable, apasionada por el vino y un curioso del mundo de la bebidas. Recuerdo que aquella vez la nota que hicimos fue para presentar su gin "El Ilegal".
Luego tuve la posibilidad de entrevistarlo por la feria de vinos que organizaban desde la pequeña vinoteca "El Camino", y por supuesto, asistí a sus catas. Allí, en sus catas, era en dónde mejor se movía, le gustaba comunicar, ese ida y vuelta con la gente, con tono de profesor, pero de los buena onda, que cada tanto tiraba un chiste para descontracturar tanta explicación técnica de vinos e historias de bodegas, siempre con el simple y difícil objetivo, de hacer pasar un buen momento a sus clientes.
Tras su desaparición física, y luego de haber iniciado lo que hoy es la nueva vinoteca "El Camino", Alejo, su hijo, y Lucas Galdeano, su socio, llevan adelante un legado que honra esos principios que Marcelo trasladaba a cada cliente, a cada alumno de los cursos de vinos que dictaba.
Hoy la nota es con Alejo, Lucas y a la charla se suma Silvina Cardozo, estudiante de la carrera de sommelier y quien dirige las catas en la vinoteca.
El nuevo espacio se encuentra a una cuadra de dónde funcionaba el local anterior. Más precisamente en calle Moreno 1127.
Alejo cuenta que "empezamos a buscar un lugar para ampliarnos, ya nos había quedado chica la vinoteca anterior por las actividades que veníamos haciendo. Realmente teníamos ganas de ofrecerles algo más a nuestros clientes. Dimos justo con este espacio y vimos que la casona tenía un gran potencial".
Lucas, socio del negocio, rememora: "La casa fue un amor a primera vista. El valor agregado de Marcelo es que podía visionar cosas que yo no". Galdeano forjó una amistad con Marcelo cuando ambos cursaban la carrera de sommelier en la escuela del Gato Dumas y recuerda "uno pasa de beber vinos en su casa a interesarse y tratar de entender el vino. En ese devenir yo estudie sommelier con Marcelo, ahí nos conocimos y entablamos una amistad. Actualmente tengo un pequeño proyecto de vinos en Salta y ellos (Alejo y Marcelo) me dieron una mano con la comercialización. Luego surgió la posibilidad de sumarme al grupo y me interesó".
Ya sin Marcelo seguir adelante fue, y es, una manera de honrar la visión de Quindt padre. Alejo cuenta que "en el momento que fallece mi viejo el proyecto fue una decisión a tomar muy importante. Estábamos en la transición, recién nos habíamos empezado a mudar y estaban las dos posibilidades, retroceder y quedarnos donde estábamos o apretar el acelerador a fondo y decidir ir por eso nuevo que lo habíamos planificado juntos. Él (se refiere a su padre) estaba muy enamorado del nuevo concepto y de poder brindarle más a la gente. Más allá de la parte comercial a él le gustaba ese contacto con los clientes y amigos del mundo del vino".
El nuevo proyecto se hizo realidad y ya se encuentra funcionando.
En el último tiempo las grandes bodegas y los pequeños productores de vino encontraron en Rosario una ciudad más que interesante para colocar sus productos. Un "boom" de aperturas de vinotecas puras y otras que incluyen el concepto de winebar.
Lucas se refiere a esta oleada de nuevos lugares y expresa "El vino se supera así mismo día a día. En los últimos 20 años la calidad de productos que hay, y al precio que podemos disfrutarlos, desde ese punto de vista estamos en un momento excepcional. Mi aspiración es, y creo que se está dando paulatinamente, que los más jóvenes se vayan volcando hacia el mundo del vino y no para crear una grieta entre el vino, la coctelería o la cerveza, sino para que ellos lo vean como parte de la gastronomía". Galdeano hace énfasis en "El Camino" y agrega, "desde nuestro espacio queremos ofrecerles a los clientes y a los amantes del vino, un lugar dónde puedan venir a sentarse y disfrutar todo lo que tenemos para ellos, dónde lo gastronómico sea un complemento y el vino el actor principal".
Alejo, por su parte y siendo de la nueva generación de esos jóvenes apasionados por la bebida argentina más emblemática, explica "el rango etáreo se está ampliando, hoy en día se pueden ver en muchos lugares generaciones más jóvenes eligiendo al vino por sobre otras bebidas".
Lucas acota "estamos en una etapa de arranque, no hemos llegado al tope de la curva. Algunos serán moda, otros serán lugares de culto. Es muy interesante que haya difusión del vino y lo importante es que el vino sea accesible para todos. Eso ayuda a que se amplíe el mercado y es extremadamente positivo, por lo tanto es un mercado que va a seguir creciendo, y ojalá que sea con consumo responsable. Desde nuesto lugar lo que buscamos es educar al consumidor, que sepa interpretar un vino, a diferenciarlo. Que venga y busque un Malbec pero un Malbec del Valle Calchaquí, por ejemplo. Eso logra que hoy veamos consumidores sofisticados que te van exigiendo a vos".
Alejo adhiere sobre el consumo de vino en Rosario y asegura "está en expansión y eso hizo que haya cada vez más cepas y nuevas bodegas. Por ahí el que está en el mundo del vino hace 5 o 10 años hoy en día no se toma una Malbec, sino que busca otra cosa. La gente que recién entra generalmente arranca por el Malbec y a los pocos meses prueba algo distinto, van midiendo y está buenísimo porque pueden probar distintas variedades y de zonas que están produciendo de otra manera, aprovechando la tierra, el lugar, cómo Salta. Nosotros con la vinoteca buscamos salir de lo convencional y hemos perdurado en el tiempo porque el cliente nos elige por esa propuesta y porque buscan algo nuevo".
Lucas, que además de pertencer a "El Camino", produce vinos de guarda en una finca ubicada en Río Seco, en los Valles Calchaquíes, destaca que "el consumidor está empezando a salirse del Malbec y eligiendo otras cepas, como el Cabernet Franc o el Cabernet Sauvignon, el primero es un producto que en nuestro país se da fantástico, está muy bien logrado, y después creo que la gente está conociendo zonas nuevas".
Silvina, quien además de realizar las catas atiende al público de la vinoteca, expresa "sale mucho el Cabernet Franc, pero el cliente está abierto a nuestras recomendaciones. Tenemos los fanáticos del Malbec y está bárbaro, pero nosotros los vamos guiando para que prueben otras cepas y conozcan otras regiones. Es nuestra responsabilidad como comunicar el vino y hacer que la gente vuelva a esta bebida".
Lo que viene para la nueva etapa de vinoteca "El Camino" parte de la pasión que tiene el equipo de trabajo por el vino y por las bebidas espirituosas.
Alejo nos cuenta que "la idea es darle herramientas al consumidor interesado por el vino, por eso vamos a seguir con los cursos. Este nuevo espacio nos da la posibilidad de dar hasta un nivel 3 del curso que veníamos haciendo y ahondar en el maridaje. Proyectos tenemos un montón, saliendo del winebar y de las catas que realizamos, queremos hacer un día de cenas a puertas cerradas con algún chef invitado".
Silvina, que además es bartender, estará involucrada de manera directa con la nueva carta de cócteles que ofrecerá el bar de la vinoteca. Sobre esto adelantó a Lugaresysabores.com "vamos a aprovechar los productos que tenemos en la vinoteca. La carta tendrá tragos hechos con espumantes, frutas de estación, que se consiguen en la verdulería de tu barrio. Mantenemos un concepto de poder ofrecer un cóctel que la gente pueda reproducir y disfrutar en su casa, bien prácticos y que lo haya aprendido acá, en nuestro espacio".
Con el proyecto en marcha, Lucas destaca que la vinoteca actual les permite salir a la búsqueda de un nuevo público "queremos volcarnos al mercado corporativo, que las empresas puedan ofrecerle alguna cata a sus equipos de venta o clientes seleccionados, como una actividad comercial más a las que vienen ofreciendo. Que los departamentos de recursos humanos nos tengan en la mira para ese tipo de actividades que ayudan a unir al grupo de diferentes sectores de la compañía o ciertos clientes que quieran agasajar".
Alejo se suma y cuenta "hemos hecho este tipo de catas en la otra vinoteca y la verdad que el ambiente que se genera ayuda a descontracturar el ambiente laboral".
Como casi la gran mayoría de las vinotecas, "El Camino" cuenta con su club de cata. Asociarse tiene un valor de $3.000 por persona y por mes se llevan dos vinos que superan el valor de esa cuota. Además, una vez por mes, pueden participar de una cata sin cargo y obtienen descuentos especiales.
Para cerrar, Lucas destaca que "la gente que viene a "El Camino" se lleva toda la impronta de pasión por el vino. Somos gente que ama el vino y a nuestro público le damos información y el asesoramiento para que tenga una experiencia agradable cuando descorcha una botella".
Seguramente Marcelo Quindt estará más que orgulloso al ver este proyecto hecho realidad, y sobre todo, que la gente que está detrás del mismo sean tan apasionados por el vino como él.
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