Luego de un gran año de premiaciones y reconocimientos por sus vinos, el enólogo nos cuenta las característica que tendrán los ejemplares de la añada 2023, los próximos lanzamientos y su mirada como país productor en el mundo.
A Fernando Sota lo conocí a través de su trabajo en Bodega Renacer. Era el 2020, la pandemia nos obligaba a quedarnos en casa y las presentaciones de las bodegas para la prensa eran por videollamada donde teníamos la posibilidad de dialogar con enólogos, sommeliers y hasta ingenieros agrónomos.
El consumo de vinos ese año creció y en ese descubrir de etiquetas, particularmente yo, conozco a Bodega Renacer. Ya en el 2021 con Fernando hicimos la primer nota "cara a cara" a través de una videollamada. Al final de la misma quedó ese "cuándo vengas a Mendoza tenés que pasar por la bodega". Y así fue.
En el 2023 tuve la posibilidad de visitar Bodega Renacer, y por supuesto, conocer personalmente a su enólogo. Dialogamos amenamente e hicimos un recuento desde que ingresó a la bodega fundada por Patricio Reich.
Después de la pandemia ¿Cómo está hoy Bodega Renacer?
FS: "Mirá, si lo referenciamos con respecto a la pandemia creo que tomó sentido el vino como salvador de vidas, en el sentido de acompañar a charlas y momentos que tanta falta nos hicieron. Por eso toma el rol que toma en este momento. La pandemia nos obligaba a reunirnos con los pocos que teníamos alrededor y una botella de vino era la mejor compañía y la posible en muchos casos. Creo que bueno, salió a flote como una necesidad de distracción fundamental. La música, el vino, así que tres años después (2023), te digo que Renacer ha hecho un camino de crecimiento".
Fernando agrega: "El 2022 fue el mejor año de la historia de la bodega en ventas. Fue tremendo lo que hicimos en exportaciones y en mercado interno, el 2023 fue un poco a la baja, pero sigue la tendencia en general del mercado. Por suerte, cuando advertimos esa baja, empezamos a movernos todos transversalmente en la empresa para viajar, visitar clientes, así que no nos ha pegado tanto como hemos visto que a otras empresas les ha pegado. Ha sido un trabajo de estar viajando, de tomar muchos aviones, un trabajo de mucha presencia con el cliente y el cliente final también, porque hemos logrado trascender la barrera del distribuidor de la vinoteca y tomar contacto también con el cliente que, primero a mí me gusta, a la bodega le gusta, lo vemos importante y nos retroalimentamos de eso, pero también es necesario porque escuchamos y entendemos que necesidades tiene el cliente, aprendemos cómo llegarle también. Ha sido un camino condecorado también por muchísimos puntos. Hemos obtenido puntajes en todas las líneas. Tres años después de la pandemia, si lo ponemos como un punto de referencia, te digo que ha sido auspicioso y muy bueno".
Después de tres años de trabajo ¿Qué le aportó y le aporta Fernando Sota a Renacer?
FS: "Mirá, la bodega ya tenía una historia fuerte. O sea que uno como enólogo en esos casos, la responsabilidad que tenés es grande y darle una continuidad a las cosas es parte del trabajo. Uno puede venir a romper todo y decir "la marca es mía, el estilo es mío", pues no es así. Y hablaría de una persona con ambiciones personales más que colectivas o referidas a la empresa, a la institución. Mi trabajo en este tiempo fue darle a los 19 productos que hoy conforman la línea completa un hilo conductor. Hoy creo que, no solo lo digo yo sino todos los que comunicamos las líneas de todo, encontramos que hay puntos asociados entre cada producto en términos de boca, de estructura, de intensidad aromática, de utilización de la madera. Eso nos hace pensar en una línea compacta que vuelve a recordarnos lo que es Renacer. A veces uno saca líneas aisladas y que se separan, pero acá hemos logrado que sí haya una identidad".
Con tanto viaje de por medio ¿Qué escuchaste de la gente sobre la bodega?
FS: "Cosas hermosas. Es la parte más satisfactoria porque si hablamos de puntajes, siempre cuestan conseguirlos, es un trabajo. Pero a veces lo que la gente te transmite no es necesariamente referido a cuestiones de parámetros del vino, color, alcohol, estructura, lo tan técnico, sino esto es un poco más sensitivo y un poco más pasional, más desde las entrañas".
Fernando suma: "La gente que prueba Milamore (vino elaborado con uvas deshidratadas naturalmente) y le recuerda a un viaje, o tal vez a un período vivido en Europa, o a mucha gente adulta algún vino que tomaban cuando eran jóvenes. Eso te conecta con lo que le llega al consumidor. Bueno, así con muchísimos de nuestros vinos. Yo me nutro, por un lado de la recomendaciones que nos dan también, si tienen mucha madera, poca madera. Lo tomo en cuenta para futuros vinos. Después, por otro lado, la satisfacción de saber que estamos haciendo 19 productos que gustan, que se toman, que se disfrutan, en solitario o en compañía".
Hoy por hoy el vino argentino está muy bien visto y posicionado, con muchos premios y excelentes putuaciones, muchos premios a bodegas por su propuesta enoturística, pero seguimos siendo "el nuevo mundo del vino" ¿Cómo lo ves a eso?
FS: "Digamos que...¡hasta cuándo vamos a permitir que el viejo mundo nos llame el nuevo mundo del vino! (risas). No somos ningunos novatos".
Fernando analiza y expresa con orgullo: "La verdad es que vos te paras hoy en día y el desafío es encontrar un vino malo. Después, estilos más, estilos menos, hay vinos malos también, cosas por mejorar, hay algo que viene de la mano de la tecnología, también hay muchas bodegas que necesitan un camino para tecnificarse, hay un camino para hacer que por nuestro contexto económico es dificilísimo tecnificarse. Pero la enología, es decir, la técnica, el razonamiento alrededor del vino ha hecho que inclusive esas falencias las podamos sortear y convertir en oportunidades para hacer vinos con identidad, con origen, nos hemos dedicado a profundizar en lugares, áreas geográficas ignotas dentro de la argentina. Yo ahora estoy medio obsesionado con la Patagonia. Me ha agarrado una obsesión que estoy probando cosas muy buenas. ¿Cuánto tiempo hubo bodegas ahí y recién ahora están a flote y entrando en el mainstream de Argentina?. Ya es hora de que empecemos a sentirnos "Primeros", como tope de gama del mundo, seguros, campeones mundiales".
El 2023 fue, para la industria vitivinícola, un año desde lo productivo, un tanto difícil. La sequía, las heladas tardías y adversas condiciones meteorológicas, han golpeado al sector y no solo a nivel nacional. Es un hecho que la producción mundial de vino en 2023 será la más baja de los últimos 60 años.
Hablamos de este tema con Fernando y de como se ven afectados, y beneficiados a la vez, los vinos de Bodega Renacer.
"El factor meteorológico es inevitable, ya está. ¿Qué vas a hacer? Pero una vez que la uva estuvo en la bodega, que fue lo más difícil de lograr, lo que pasó dentro de la bodega con las uvas dio como resultado vinos increíbles, de extrema concentración, una vara muy alta para futuras añadas. Tan extrema fue la concentración que yo les decía a los chicos, "guarda con esa concentración". Tampoco exageremos, porque es lindo, uno se encuentra con una uva que da, que da, que da y no termina de dar adentro la bodega, te entusiasmas con eso y terminas obteniendo vinos muy difíciles de tomar. Esa complejidad hay que trabajarla" destaca Sota, a lo que agrega "años como el 2023 está bueno hacer una reserva de vinos para añejar, para guardar en barrica el tiempo correcto, en los que obtener cosas más complejas que la fruta, que tan bien se nos da en Argentina. En resumen ha sido una añada espectacular. Añada de equipos, de equipos de trabajo, no enólogos individuales. Los años difíciles como el 2023, con lo que cuesta llevar la uva a la bodega, es decir calamidades antes de llegar al momento de fermentación, hacen que los equipos se pongan a prueba y sea fundamental tener solidez en eso, en esos aspectos. Con el equipo enológico hicimos un trabajo fuerte para llegar a eso. Y después la bodega entera, porque hubo que alinear administración, pagos, economía de la bodega, todo una cosa que realmente lo hizo un año muy desafiante".
Lo que viene para Bodega Renacer, en palabras del propio Fernando, tiene mucho que ver con esa calidad conseguida tras tanto esfuerzo y trabajo conjunto.
"Lanzamientos tenemos dos en proceso, ya fraccionados. Solamente están en su tiempo de estiva. Uno es un Súper Ícono, una línea que viene por encima de lo que durante 20 años era la línea Renacer que se conformaba por dos vinos, un Cabernet Franc y un Malbec. Son cortes de finca, de nuestra finca. Casi respeta las proporciones de Malbec, Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc que tenemos en la finca. Ese es uno de los lanzamientos que vendrá para este 2024, falta tiempo de estiva, cosa que respetamos mucho también. Y otro es un corte que hicimos aniversario para conmemorar los 20 años que cumplimos en 2023, así que eso es como lanzamiento. Después hemos lanzado nuevas añadas, también multipremiadas".
Se termina esta charla y ya quedamos con Fernando volver a visitarnos, él a Rosario, yo a Mendoza, por supuesto, dónde seguramente volvamos a hablar, copa en mano, de esto que tanto nos apasiona.
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