Hecho a base de vino Malbec-Bonarda, el nuevo rosso creado por Matías Dana se caracteriza por su versatilidad y bajo contenido de azúcar.
El recorrido de Matías Dana en la industria gastronómica lleva como slogan "El Vermut como Bandera", el mismo que luce la etiqueta de su nueva creación: «Belgrano Vermut».
Es que su experiencia a partir del trabajo con marcas líderes de bebidas, y el conocimiento sobre coctelería y gastronomía, lo llevaron a emprender y darle vida a "Belgrano Café", un punto de encuentro para los amantes del vermú, la birra, los sandwiches y las tapas en la ciudad de Rosario.
Inquieto, y siempre en la búsqueda de propuestas de calidad, Dana se animó a dar un paso más en la industria gastronómca y de las bebidas. Así nace «Belgrano Vermut», una bebida que sigue las tendencias de los vermuts contemporáneos.
Hecho con una base vínica de Malbec-Bonarda, con 12 meses de paso por barrica, la receta cuenta con treinta tres botánicos. "Cuando pensaba en el proyecto, en este producto, pensaba en algo que vaya más con la tendencia y con lo que se consume hoy en día. La idea es que esos treinta y tres botánicos que componen el vermut se lleven bien y no estén tapados por el azúcar" cuenta Matías para Lugaresysabores.com.
Un Vermut del litoral:
Si bien el vino es mendocino, por gusto y elección de Dana, los botánicos utilizados son del litoral argentino. Su maceración se lleva a cabo en una fábrica de Entre Ríos, más precisamente en Concepción del Uruguay, la cual es reconocida por hacer aperitivos y licores. "Les caí con una receta y con una forma de realizar las cosas a las que no estaban acostumbrados. Les conté del proyecto y les gustó. Lo entendieron a la perfección. Nos pusimos de acuerdo en la producción y el trabajo funcionó" recuerda Matías.
Un Rosso diferente:
Para la receta de este rosso se utiliza una medida mínima de caramelo y azúcar que amalgama de manera equilibrada los sabores amargos de los botánicos.
Matías lo define como "un vermut amargo" y agrega "al ser amargo lo que te da es versatilidad. Está mucho más presente el amargor cuando lo tomas con soda, pero después vos podés graduar como agregar el azúcar, si con una tónica, con una gaseosa de pomelo o Coca Cola. Que nadie te diga como tomarlo, nosotros recomendamos 70% de vermut y 30% de lo que quieras".
El corazón del vermut tiene una raíz que cala profundo en la memoria gustativa, olfativa y emotiva de su creador. "Destacamos mucho el eucalipto en nariz. Mi abuelo hacía un té de eucalipto con caramelo y la idea fue trabajar sobre esa base porque en el mercado no hay un vermut que se destaque por eso" explica.
Entre otros botánicos se pueden apreciar las cáscaras de cítricos, como el limón y la naranja, canela, menta, menta peperina y pétalos de rosas.
"Es un producto para los que nos gusta y disfrutamos de lo más amarguito, en dónde con soda nos sentimos cómodos y de pronto que también funcione con otra bebida, que nada te limite a hacerlo" expresa.
Los vermuts del nuevo mundo encuentran en los más jóvenes ese público que le da vida a una de las bebidas más tradicionales de nuestra historia. Matías opina que "está bueno que haya una opción distinta, ni mejor ni peor, es una opción más en el mercado. Lo lindo y lo interesante del vermut es que vaya creciendo ese mercado y que la gente elija cuál le gusta más y cuál le gusta menos".
La botella de presentación es la clásica de 750 ml. de vino, y se destaca por una etiqueta muy particular. "Estoy muy contento con la estética que se dio. Es disruptiva a lo que hay en el mundo del vermut. La etiqueta la realizó José Saccone, es un artista de Buenos Aires que trabaja mucho sobre los inmigrantes. Hay un montón de locuras lindas en la etiqueta. Está la llama eterna que tiene mucho significado para los rosarinos, las palmeras que hay en Entre Ríos. Rememoramos mucho al barrio, a nuestro litoral y al vermut como bandera".
La primer partida de «Belgrano Vermut» cuenta con poco más de 700 botellas que se consiguen, de momento, en la vinoteca "Bordó Buenos Vinos", ubicada dentro del complejo dónde también está emplazado "Belgrano Café".
La botella tiene un valor al público de $2.400.
Para cerrar y consultado por las expectativas del nuevo producto, Matías es muy claro: "Vivimos con tantas reglas y estructuras que la idea acá es disfrutar. Siempre digo que Belgrano no es un apellido, Belgrano es un lugar, la idea es construir lugares, crear una escena. Por eso no le quiero meter presión al vermut ni correr detrás de los litros. Quiero disfrutar el camino, los momentos de producción, de la vida. No quiero pensar ya en la próxima tanda, quiero que se disfrute, ver el feedback de la gente, educar y contar que es esto. Quiero divertirme, porque es lo que me apasiona, lo que me gusta".
Quienes conocemos a Matías Dana sabemos de su autenticidad, de su entrega en cada servicio, del corazón que le pone a cada proyecto, eso se ve reflejado en un bar como "Belgrano Café" y ahora, también, a través de «Belgrano Vermut», bebida que, al igual que el vino, es noble y una gran creadora de momentos.
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