"Emprender en tiempo de pandemia" ya empieza a ser una frase tan utilizada cuando alguien se anima a invertir, tiempo y dinero, en nuevas propuestas, pero a su vez, es la única que describe a la perfección la apuesta que hacen algunos empresarios que se animan a ofrecer sus productos y servicios a pesar de la situación que atraviesa el planeta entero a causa del COVID.
Estos proyectos son muy gratificantes porque más allá de la intención de crecimiento para la marca, está la generación de nuevas fuentes de trabajo y una oferta, como en este caso, casi única, o por lo menos diferente para los vecinos que viven cerca de 3 de Febrero esquina Laprida.
Tomaron una construcción que ya tenía sus reformas hechas, pero que sin embargo hubo que reacomodar algunos sectores para dar con lo que hoy es la segunda sucursal de "La Fiambretta"
"Desde Febrero veníamos buscando local, y con la cuarentena se hizo casi imposible alquilar uno y hacerle refacciones. Luego surgió la posibilidad de alquilar este espacio, que ya de por si es muy bonito desde lo visual y con buena cantidad de metros cuadrados. Además, reformamos el sótano para ganar un nuevo sector y crear nuestra propia cava" relata Marcelo Massoni, uno de los socios de este proyecto.
A pesar de su gran espacio, Marcelo nos cuenta que "Tratamos de que el formato comercial sea similar a nuestra primer sucursal, respetando el producto que tenemos con las picadas, tablas tradicionales y picadas especiales para vegetarianos y sin tacc" y además agrega "hacemos un foco bastante fuerte con ventas por hormas o media hormas de queso, tanto para particulares como para locales comerciales ya que somos un punto de venta mayorista".
Un dato no menor es la cantidad y la calidad de vinos con la que uno se puede encontrar en esta esquina "Contamos con más de 700 etiquetas entre vinos y espumantes. Implementamos unas joyitas, vinos de guarda para los enófilos que son difícil de conseguir en Rosario" aseguró Massoni.
La encargada de armar y elegir estos productos fue la sommelier Micaela Albigini, quien nos contó como fue el proceso y su resultado:
"Lo principal fue sacarle jugo al gran espacio que tenemos. Al contar con muchas etiquetas lo que hicimos fue disponer los vinos en base al reconocimiento regional vitivinícola de nuestro país".
En el piso superior uno puede encontrar destilados nacionales e importados, bebidas blancas, estuchería pensada para el regalo empresarial o agasajo, y en cuánto a vinos la recorrida arranca con la uva rosé como protagonista, siguiendo por los blancos, con cepas tradicionales y no tanto, como las albariño, moscatel o viognier.
El sector de vinos tintos está separado por zona, comenzando con las bodegas del Valle de Uco y siguiendo por las bodegas de Luján de Cuyo.
"En La Fiambretta tratamos de facilitarle la elección a las personas que entienden y no de vinos" explica Albigini.
La disposición de los productos tiene una clara intención, y es darle a conocer al consumidor el concepto de "terroir", algo más allá de las cepas: "Lo que estamos creciendo en los últimos años con el vino argentino es tremendo, al nivel de poder contar en una misma bodega con dos cepas, con la misma vinificación y hechas por el mismo enólogo pero diferentes gracias al territorio en dónde se encuentran estas uvas. Queremos que la gente capte eso, que entienda de que se trata cuando hablamos de terroir".
La Cava, un espacio pensado para enófilos y curiosos del vino:
Está arquitectónicamente pensada para que la temperatura cambie y baje unos grados sin ayuda externa, sólo con su armado y estructura. La misma fue creada con el objetivo de tener entre sus muros vinos de guarda, pero no cualquier vino.
"Hay gente a la que le gusta el vino, pero hay personas que se fanatizan por este mundo y Rosario, después de Buenos Aires, es una plaza que hay que explotar al máximo. El consumidor rosarino ya cuenta con una exigencia en el paladar que va más allá del precio" expresa la sommelier.
Vinos de guarda de 10 a 50 años y no solamente de Mendoza, sino que también otras regiones como la Patagonia y Salta están presentes con vinos difícil de conseguir en la ciudad.
La propia Micaela adelantó a Lugaresysabores.com que la idea es realizar catas verticales con vinos de alta gama. "es por eso que contamos con algunas de estas botellas premium para que la gente pueda vivir esa experiencia. No queremos hacer catas convencionales, sino darle un impronta con nuestro estilo y no necesariamente de una misma bodega. Por ejemplo, con los vinos orgánicos hay un panorama muy grande y están muy de moda. La idea es que la gente pueda entender la importancia de estos productos con una impronta lúdica y descontracturada".
Los días y horarios de atención son de Lunes a Viernes de 9.30 a 21 hs. y sábados y domingos de 9.30 a 14 hs. y de 17 a 21 hs.
Para cerrar, y volviendo a las palabras de Marcelo Massoni, en cuanto a sus expectativas comentó que "el emplazamiento del local es fantástico. En una situación normal, por el movimiento que generan los teatros, seguramente la visualización sería aún mayor, pero más allá de eso creemos que es un barrio en dónde no está tan desarrollado negocios con fiambrería y vinoteca de este estilo, en ese sentido nos permite poder crecer inclusive en esta época".
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