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Los Aromitos apuesta fuerte al enoturismo ofreciendo productos y servicios de gran calidad

20 de Mayo de 2021

Historia, presente y futuro de una de las cuatro bodegas habilitadas por el INV en la provincia de Entre Ríos.

La historia del vino en la provincia de Entre Ríos se remonta al año 1857, con el desembarco de los primeros inmigrantes franceses, suizos y piamonteses, a las costas del río Uruguay.

Consigo trajeron su experiencia, se adaptaron al nuevo ambiente e iniciaron la producción agrícola, entre ellos, experimentaron con cultivos tradicionales de su país de origen como las viñas.

Hasta el año 1936 Entre Ríos contaba con 5.000 hectáreas cultivadas y se había convertido en la cuarta provincia viñatera de Argentina. Dicha fecha de caducidad la daría el presidente Agustín Pedro Justo, un hombre oriundo de esa provincia que sepultó el trabajo realizado por varias familias de vitivinicultores que habían logrado un producto de excelente calidad.

El entrerriano, nacido en Concepción del Uruguay, promulgó una ley nacional que prohibió la producción y comercialización de vinos en el país a excepción de la zona de Cuyo.  

La historia de la vitivinicultura entrerriana tendría así un abrupto final, y las bodegas existentes – más de 30 – debieron cerrar. El sueño de aquellos descendientes de franceses, suizos e italianos había quedado trunco.

No fue hasta el año 1997 que el senador nacional por la provincia de Entre Ríos, Augusto Alasino, sería el autor de la ley que derogaría toda la legislación regulatoria vitivinícola, en donde quedaba liberada la plantación, implantación, reimplantación y modificación de los viñedos en todo el territorio nacional, así como la cosecha de uvas y su destino, ya sea para la industria, consumo fresco o la fabricación de alcohol. De esta manera, de a poco volverían a crecer nuevas vides en todo el país, y sobre todo, en la provincia Mesopotámica.

Luego de este breve resumen sobre lo ocurrido con la actividad vitícola de esta provincia, los invito a recorrer la historia de "Los Aromitos", un emprendimiento familiar que tiene como objetivo revivir la vitivinicultura entrerriana de gran calidad. 

Sus plantaciones se encuentran en Colonia Ensayo, departamento Diamante. Un espacio emplazado cerca del Río Paraná, sobre una de las lomas más sobresalientes de la zona que cuenta con algo más de 3 hectáreas de vides implantadas.

La producción se inició en el 2011 cuando se sembraron las primeras variedades, el Tannat y el Malbec. Luego fueron sumando otras como el Merlot y Syrah.

Hablamos con Mauro Jacob, hijo de Noelia Zapata y Fernando Jacob. Sus padres fueron quienes comenzaron con este proyecto haciendo vinos artesanales, pero que, desde el 2017, es una de las cuatro bodegas habilitadas por el INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura) en Entre Ríos. 

"En la provincia hay varios productores de vinos, nosotros somos una familia que arrancó hace 10 años dónde fuimos aprendiendo sobre este oficio" cuenta Mauro a Lugaresysabores.com

Hoy, entre sus variedades tintas, se encuentra el Malbec, Tannat, Syrah, Merlot y Marselan, y como variedad blanca el chardonnay. Además realizan vino de mesa y producen algunas uvas para realizar pasas de la misma fruta.

El equipo de trabajo lo conforma toda la familia Jacob junto a un enólogo y un ingeniero agrónomo, estos dos uruguayos y con experiencia en el sector vitícola.  

Una de los escoyos a sortear en una tierra como la entrerriana es la humedad y las plagas que esta misma produce, Mauro nos comenta que: "Nosotros tenemos un sistema de conducción diferente que se llama "lira" y que permite que los sarmientos de las plantas estén muchos más abiertos. Eso mejora muchísimo la sanidad de las plantas, mejora la insolación, la aireación y ayuda a contrarrestar bastante la humedad. Con trabajos de releo de las uvas logramos una mejor calidad en nuestros vinos", además agrega que "en los últimos 4 años sólo el 2019 fue el más llovedor. En el 2018, 2020 y 2021 las cosechas fueron muy buenas y dieron vinos excelentes, con graduaciones alcohólicas de 13, 14 grados, buen color y los fenoles del vino".

El INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura) tiene la función de controlar la industria vitivinícola en forma eficiente, hacia la elaboración de productos genuinos y aptos para el consumo. Ser una bodega habilitada por este ente para "Los Aromitos" tiene una gran importancia: "En la provincia somos solo 4 bodegas habilitadas. Tenemos controles más estrictos por parte del INV. Para nosotros está perfecto que se haga así, el vino es muy sensible a todo y este control es para que la gente sepa que está tomando, de dónde salen las uvas".

Con tan sólo 27 años, Mauro Jacob se encuentra terminando la carrera de veterinario. Tiene dos hermanos que también cuentan con tareas dentro del negocio familiar. Él se define como un apasionado por la gastronomía "Cuando arrancamos no sabía que iba a pasar con el viñedo y a medida que uno va aprendiendo se apasiona. Hoy estudio mucho sobre vinos, terminé un curso de sommelier, me informo sobre los trabajos en bodegas y demás, y el día de mañana mis hermanos y yo vamos a seguir adelante con la bodega".

Consultado por el consumo de vino entre los más jóvenes, Mauro respondió: "Los jóvenes hoy en día están más metidos en el mundo del vino. Está bueno que se hable diferente del vino, por ahí sigue teniendo eso de "no se de vinos y por eso no tomo", y no es así. El vino es una bebida más y puede gustarte o no. Después cada uno si quiere hacer catas e informarse más va en cada uno. Al vino hay que tomarlo con amigos, en buena compañía o solo, y disfrutar de esta bebida maravillosa".

EL FUTURO DE "LOS AROMITOS"
Mauro se refirió a los próximos pasos que realizarán para seguir proyectándose no sólo con sus productos, sino también como un lugar para vivir una experiencia completa al rededor del vino: "Turísticamente nos encanta mostrar lo que hacemos en el viñedo con degustaciones y recorridos. Tenemos un valor agregado muy lindo que es el monte nativo, para que la gente venga a recorrer y conozca la diversa flora y fauna. Cuándo se puede hacemos espectáculos con música en vivo y también almuerzos maridando nuestros vinos".

Si bien donde se elaboran los vinos "Ára" y "Tagüé" se encuentra en la localidad de Crespo, la familia Jacob está trabajando en una obra que le dará un importante giro a la empresa: "Estamos trabajando en el traslado de la bodega aquí al viñedo".

También adelantó que "seguimos innovando con nuevos productos, tenemos vinos dulces, rosados, blancos y de a poco vamos a seguir sumando nuevas variedades".

En busca de la cepa insignia: 
El Malbec es, a nivel nacional, la cepa insignia por excelencia. Su adaptación en gran parte del territorio argentino, y la gran calidad de éstos vinos han posicionado a nuestro país como el mayor productor global.

Para Mauro, si bien el malbec es importante, destaca otro varietal que se da muy bien en la provincia: "Creo que el Tannat es la cepa insignia de Entre Ríos. Llegó primero a la provincia y por aquella prohibición que hubo, terminó prevaleciendo en Uruguay, que hoy en día es su cepa insignia. Por tener un clima y un suelo similar, es una uva que se adapta muy bien, una variedad de nunca falla, madura muy bien, se logran vinos muy equilibrados". También destaca que "la marselan es una uva tinta que no es muy conocida, pero que supo ser una de las uvas que más hectáreas había implantadas y con las que mejores vinos se lograban".

Cabe destacar que en Argentina el Tannat se cultiva, mayormente, en la provincia de Salta.

Con sus vinos "Ára" (voz guaraní que significa día, tiempo, era, época, cielo, universo) y Tagüé (voz guaraní con la que se identifica a los entrerrianos) finca "Los Aromitos" produce 20 mil litros por año, lo que se considera como una bodega boutique.

Para finalizar Mauro fue muy claro por el camino que transita la bodega y este renacer de la vitivinicultura en Entre Ríos: "Siempre buscamos hacer el vino de mejor calidad posible. Por el tamaño de nuestra bodega, el trabajo es bastante artesanal, se cosecha manualmente, se eligen las uvas, se hace todo muy controlado por parte de los profesionales que tenemos trabajando con nosotros y como resultado buscamos que en cada cepa predomine su característica principal".

En los planes de la familia Jacob se encuentra una obra con gran proyección, reflejo de la dedicación con la que realizan su actividad, pensado para quienes deseen vivir la grata experiencia que rodea al mundo del vino. Eso, sumado a la calidad de sus productos y el entorno natural con el que cuenta finca "Los Aromitos", seguramente harán de este lugar uno de los puntos más importantes para el enoturismo de la provincia y el país.


JUAN CARLOS PALACIOS

REDACTOR

lugaresysabores.com
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