Un informe completo que nos permite conocer a fondo este fenómeno del sector alimenticio a nivel mundial.
Es un consumidor flexible o “flexitariano”, no necesariamente vegano o vegetariano, y con un estilo de vida más sostenible y saludable.
Ante este tipo de consumo se abren algunos interrogantes:
- Este tipo de alimentación ¿es adecuada nutricionalmente?
- ¿Qué rol juega en la Argentina, donde la carne es la gran protagonista?
El mercado de los alimentos de origen vegetal podría representar hasta el 7,7 % del mercado mundial de las proteínas en 2030, con un valor de más de 162.000 millones de dólares, frente a los 29.400 millones de dólares de 2020, de acuerdo a un nuevo informe de Bloomberg Intelligence (BI).
La alimentación basada en plantas (plant-based, como se conoce originalmente) es una tendencia creciente, que suma
productos y servicios motivados por los beneficios a la salud, la variedad, la sostenibilidad y el sabor.
Pero, ¿cuál es el perfil de las personas que se inclinan por este tipo de alimentación?
La respuesta la tiene la Lic. Natalia Echegaray, jefa de Nutrición y Vinculación Científica en Molinos Río de la Plata y coordinadora del nuevo curso "Desarrollando alimentos basados en plantas", "En líneas generales, podríamos decir que son personas que buscan alimentos que sean saludables y que han leído o se han informado sobre las ventajas en la salud de este patrón alimentario".
Según la consultora Nielsen, a nivel global, gran parte de los consumidores que prefieren este tipo de alimento no son necesariamente veganos o vegetarianos. Aquí se enmarca el “consumidor flexible o flexitariano”, quien encuentra en las proteínas a base de plantas una alternativa atractiva; el segmento se ubica entre los 18 y 35 años.
Con respecto a la producción, en la Argentina, las empresas de alimentos y bebidas están respondiendo con un aumento de la oferta de alimentos de origen vegetal. Varias categorías están dando grandes pasos para ofrecer opciones basadas en plantas, ya sea análogos cárnicos, sustitutos lácteos, aderezos o productos a base de legumbres, entre otros. "Las preferencias de los consumidores inspiran a las compañías a innovar. El consumidor está en la base de las decisiones y es el que a través de nuevas preferencias impulsa a las empresas a innovar”, señala la Lic. Echegaray.
Cuestiones de la pandemia
La pandemia generó una incertidumbre global, que no deja afuera segmentos como el plant-based. Con respecto a esto, la Lic. Echegaray explica que, en muchos casos, fue acompañada de un replanteamiento estratégico donde la innovación resultó atravesada por el concepto plant-based. A futuro, se visualiza que algunos de los cambios que trajo la irrupción del COVID-19 podrían permanecer pospandemia y, dentro de este segmento, se destaca el dinamismo y el potencial del segmento plant-based.
Esta forma de alimentación viene floreciendo como resultado del interés de las personas en la salud y la sostenibilidad. Esto también se relaciona con algo más amplio como lo es el estilo de vida más sostenible y saludable.
Como resultado de estos cambios y las nuevas motivaciones, la industria alimentaria está asumiendo el desafío de ofrecer una mayor cantidad y mejor variedad de alternativas y prestando atención al clean label (etiquetas con ingredientes que sean conocidos) y trabajar con perfiles nutricionales mejorados.
Perspectivas de consumo en la Argentina
Uno de los productos que identifican y enorgullecen a la Argentina es la carne. Por lo cual, las perspectivas sobre la alimentación plant-based pueden causar un interrogante. Pese a esto, las perspectivas que señala la Lic. Echegaray son alentadoras, ya que el país acompaña el crecimiento mundial de esta tendencia.
En la Argentina, se está viendo un aumento de las personas que siguen una alimentación de este estilo. Según la medición realizada por KANTAR – INSIGHTS DIVISION un 24 % de la población es vegetariana, vegana o flexitariana y estos números vienen incrementándose año a año. "Estos datos en aumento concuerdan con el aumento de la oferta de alimentos en esta categoría. Vemos que el consumo de productos a base de vegetales se está instalando fuertemente y que cada vez ocupan más espacios en el consumo masivo", señala la Lic. Echegaray. Otros datos arrojan que el 52 % son mujeres y que los hombres representan el 48 %. Al dividir por edad, el 65 % de las personas que eligen este patrón son menores de 49 años.
Desde al rol del Estado, Echegaray destaca la convocatoria desde el Ministerio de Salud de la Nación al “Consenso Nacional de Alimentación Vegetariana y Vegana” con los Referentes de Nutrición del país y que, en el ámbito de la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL), se viene avanzando sobre el proyecto que busca reglamentar la definición de los productos veganos en el país: "Lo que no hay que hacer es ignorar y menospreciar estas propuestas. Debemos generar estrategias conjuntas público-privados y seguir en el camino de acompañar los desafíos tecnológicos, lo que implica salvaguardar nuestro ambiente y, a la vez, cuidar las economías regionales".
Con respecto a la producción, en la Argentina, las empresas de alimentos y bebidas están respondiendo con un aumento de la oferta de alimentos de origen vegetal. Varias categorías están dando grandes pasos para ofrecer opciones basadas en plantas, ya sea análogos cárnicos, sustitutos lácteos, aderezos o productos a base de legumbres, entre otros.
"El consumidor está en la base de las decisiones y es el que a través de nuevas preferencias impulsa a las empresas a innovar”, sostiene Echegaray.
¿Un aporte completo?
Otra incógnita que suele surgir a la par de una tendencia es si este tipo de alimentación es adecuada nutricionalmente. La opinión de la Lic. Echegaray es que, cuando este patrón alimentario está bien planificado y es nutricionalmente adecuado puede cumplir con las recomendaciones actuales para todos los nutrientes en todas las etapas de la vida, siempre y cuando haya un asesoramiento por parte de profesionales formados y actualizados en nutrición vegetariana y vegana, de modo que puedan aconsejar el modo de cubrir ciertos nutrientes potencialmente “críticos” en una alimentación basada en alimentos de origen vegetal, especialmente la vitamina B12 que debe suplementarse correctamente. Debe destacarse que las alimentaciones vegetarianas, incluso veganas, son avaladas por instituciones científicas en el mundo, quienes formulan documentos de posiciones y guías para estos patrones alimentarios.
"La alimentación basada en plantas prevé un bajo consumo de grasas saturadas y el alto consumo de verduras, frutas, granos enteros, legumbres, productos de soja, nueces y semillas (todos ricos en fibra y fitoquímicos). Se vio que este patrón alimentario es muy saludable, produce niveles más bajos de colesterol total, de lipoproteína de baja densidad (LDL) y mejor control de la glucosa sérica. Estos factores contribuyen a la reducción de enfermedades crónicas", destaca Echegaray.
Sustentabilidad y prevención
Así como otro tipo de producciones, la alimentaria enfrenta el desafío de ser más sustentable en toda su cadena. Y en esta línea, también se inscribe la tendencia de prevenir enfermedades a través de una buena alimentación. Como lo señala el propio reporte de la Comisión del Eat Lancet, publicado en el 2019, "los alimentos son la palanca más potente para optimizar la salud humana y la sostenibilidad ambiental en la Tierra".
Hay un gran desafío para entender cómo nos vamos a alimentar en el futuro y cómo haremos para alimentar a tantas personas de una forma sostenible y sustentable. Y con relación al presente, los alimentos plant-based ya son parte de la oferta, por lo que reciben un creciente reconocimiento por parte de los organismos gubernamentales de la importancia de una dieta a base de plantas. "Según la ONU, no actuar provocará el caos climático, la destrucción de la naturaleza y una crisis alimentaria mundial, es por eso que tenemos que entender que es urgente actuar en el presente más que en el futuro y la alimentación plant-based surge como una de las propuestas con mayor impacto", asevera Echegaray.
Sobre el curso "Desarrollando alimentos basados en plantas" del Parque Científico y Tecnológico de la Facultad de Agronomía de la UBA (PCyT FAUBA)
El PCyT ofrece un ámbito único que agrupa múltiples capacidades y competencias puestas a disposición de las empresas de alimentos para mejorar su competitividad y satisfacer las exigencias que plantean los clientes y mercados, tanto nacionales como internacionales. A su vez, tiene una importante oferta de cursos de capacitación por videoconferencia (modalidad sincrónica) que año tras año se va ampliando y renovando.
Como parte de su oferta de capacitación, el PCyT creó "Desarrollando alimentos basados en plantas" un innovador curso diseñado para pensar y desarrollar alimentos plant-based, dictado por renombrados docentes, investigadores y expertos de la industria. El curso se encuentra estructurado en ejes temáticos puntuales, como nutrición, tendencias, desarrollo y tecnología de alimentos, y análisis sensorial.
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EDITADO POR: Lugaresysabores.com
