En el mes de la mujer dialogamos con la primera enóloga de la bodega mendocina que hace un recorrido por su carrera y nos cuenta sobre su trabajo y el rol de la mujer en el mundo del vino.
Nacida en Mendoza, la familia de Andrea Tansini siempre ha estado relacionada al mundo vino. Su padre, enólogo, fue su modelo a seguir en sus primeros años y la llevó a elegir el camino de la enología desde la escuela técnica.
Se graduó en enología de la Universidad Juan Agustín Maza, Mendoza, en 2004. Un año antes de terminar sus estudios, comenzó a trabajar para Pernod Ricard Argentina, asumiendo varios roles en el laboratorio y en el proceso de elaboración del vino. En 2008, ingresó como segunda enóloga en Bodegas Etchart de Pernod Ricard, a cargo de toda la elaboración de sus vinos.
En 2011, Andrea se unió a Viña Doña Paula como Jefe del Laboratorio de Enología y, en 2014, asumió la posición de Segunda Enóloga, a cargo de las bodegas y trabajando de cerca con Martín Kaiser en la creación de todos los vinos de la Viña hasta hoy.
En diálogo con Lugaresysabores.com Andrea recordó sus inicios: "En Doña Paula entré al laboratorio que era uno de los puestos al que originalmente podían acceder las mujeres. El laboratorio, puestos administrativos o de limpieza. Yo entré ocupando una jefatura, en ese momento para mí era muy importante. Después avancé. Me dieron la posibilidad de ocupar el puesto de segunda enóloga, ocupándome de todo lo que son las operaciones. Ahí me desarrollé, aprendí mucho de mi jefe, que era el primer enólogo en ese momento, y quien me dio la confianza para demostrar que estaba a la altura. Ya en el 2020 pasé a ser la primera enóloga de la bodega".
Tansini, que a lo largo de sus años en Doña Paula ha complementado su rol profesional con una activa participación en las iniciativas sociales de la Viña como profesora en el "Proyecto Aula Satélite" que provee soporte a colaboradores para terminar su enseñanza escolar, nos contó sobre la industria y habló del lugar que ha ganado la mujer en los últimos años: "Esta es una industria que históricamente ha sido dominada por hombres. Ha sido un camino difícil, pero lo bueno es que hubo un cambio y se está notando. Ojalá que sigamos por ese rumbo, de muchas más mujeres que estudian la carrera, que están dedicadas a la enología y en puestos importantes. Yo creo que está demostrado que las mujeres tienen las mismas condiciones para desarrollarse en puestos importantes que históricamente han sido dominados por hombres".
Así mismo remarcó que "el trabajo del hombre y la mujer en el vino es complementario. Me parece que el hombre aporta mucho en cuanto al tecnicismo, en cuanto a practicidad, y creo que la mujer complementa con la parte más sensitiva, más de pasión, más de estar en el detalle, más intuitiva. Creo que es importante el complemento".
Andrea, que entre sus actividades es una entusiasta bailarina de folclore y tango, presentándose por varios años en la tradicional Fiesta Nacional de la Vendimia de Mendoza, contó sobre el presente de la bodega y su aporte a Doña Paula: "Hoy estamos muy abocados a todo lo que son vinos de terroir. La bodega cuenta con viñedos propios, todos sus vinos provienen de uva propia, entonces tenemos muchos estudios acerca de los viñedos, del tipo de suelo, del clima, y trabajamos muchísimo dentro de la bodega para obtener esos vinos que muestren la identidad de la zona".
Su mirada sobre las tendencias de consumo son claras. La enóloga declaró que "en Doña Paula siempre tratamos de estar a la vanguardia. Es una realidad que cuando yo entré en la industria veníamos saliendo del consumo de vino blanco de mesa y empezábamos a entrar en esto de los vinos tintos, del Malbec, de conocer un poco más las variedades. Dejábamos la mezcla y pasábamos a los genéricos, a identificar varietales. Después pasamos a una etapa donde los vinos cuanto más alcohol mejor, cuanto más estructura, más madera mejor. Eran vinos muy estructurados. Creo que eso en el tiempo ha ido evolucionando. Hoy tendemos a menos madera, pero de mejor calidad, a vinos con menos grados alcohólicos en general, se está tendiendo a vinos menores de 13,5 grados, cuando anteriormente se hablaba de 14,5 o 15 grados de alcohol".
Tansini agregó "ha habido una evolución importante, pero eso no quiere decir que lo que pasa hoy sea absoluto. Quizás después la tendencia sea que volvamos a lo mismo de antes, o cambiamos de tintos a blancos, de blancos a rosados. Lo importante es ir atrás de esa tendencia y no perderse, no quedarse en el camino".
Y si de tendencias hablamos, se sabe que en los últimos años hubo un crecimiento en el consumo de vinos blancos y rosados, pero sobre todo del primero. La enóloga analizó y destacó: "Nosotros tenemos vinos blancos de alta gama, todos de Gualtallary, de la región del Valle de Uco, hecho con uvas de un viñedo que está a 1350 mts. de altura. Acá juega este concepto de vinos de altura. Tenemos en variadad blancas un Riesling, un Sauvignon Blanc, que es la especialidad de la casa, y Chardonnay. La verdad es que todos vinos de altísima calidad, que expresan las característica del varietal, pero además te muestran la identidad del lugar".
A pesar de esta alza en el consumo de vinos blancos hubo una merma marcada del consumo per cápita en el vino en general. Andrea expresó sobre la situación: "En general en cantidad de vino venimos con una disminución de consumo a nivel mundial. Lo que nosotros como bodega estamos viendo es una evolución hacia el consumo de vinos de alta gama. La gente toma menos pero mejor, elige vinos de mucha mejor calidad, ya sean blancos o tintos, cada uno tiene su preferido. Te voy a decir que hay público para todo y eso es lo bueno. Vinos con más madera, vinos con menos madera, vinos blancos o vinos rosados".
Lo que dejó el 2023 y lo que viene para tras la vendimia 2024:
El año pasado el clima no ayudó a las bodegas a tener las cantidades de vinos deseadas, Doña Paula no fue la excepción. La enóloga explicó que "en el 2023 hubo dos heladas muy grandes que afectaron a casi todo el territorio de la Argentina y parte de Chile también, donde algunos productores perdieron el 100%, otros el 50%. Nosotros como empresa, perdimos el 29%. Tuvimos el 29% de merma en un viñedo. Así que para nosotros eso fue bastante duro, pero lo que no se afectó fue la calidad. Tuvimos menos cosecha pero de muy buena calidad. Así que por ese lado la cosecha veintitrés fue muy buena en términos de calidad. Los vinos de alta gama hoy están en barrica, les vamos haciendo el seguimiento. Vamos a tener unos muy buenos vinos embotellados".
Para finalizar contextualizó sobre la reciente cosecha del 2024 y fue positiva en su testimonio: "Hasta ahora viene todo muy bien. La verdad es que sin ningún desvío y tenemos unos ensayitos ahí bastante interesantes. Estamos contentos. El clima nos viene acompañando. Estamos muy expectantes de que no caiga piedra, que no haya algún factor climático que nos modifique lo que venimos obteniendo o desarrollando en el tiempo".
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