Uno clásico, el otro más moderno. Ubicados en Palermo, Buenos Aires, ambos son una referencia para disfrutar la gastronomía más emblemática de nuestro país.
Hace muy poquito visité la ciudad de Buenos Aires en busca de experiencias gastronómicas, ¡y vaya si la ciudad más cosmopolita de nuestro país las tiene!.
Se sabe que la calidad de nuestras carnes es una de las mejores del mundo, y ni hablar de los vinos, especialmente el Malbec, uva de origen francés que supo adaptarse a nuestras tierras y que la transforman en cepa insignia por cantidad implantada y calidad reconocida a nivel internacional.
¡Saquemos pecho y tengamos orgullo! El vino y la carne forman parte de nuestro ADN gastronómico. Quienes visitan el país lo saben y salen a la búsqueda de este tipo de propuestas.
Fue justamente un extranjero, más precisamente un español, Don Jesús Pernas, quien llegó a Buenos Aires en el año 1953. Al tiempo de instalarse en la ciudad abrió un almacén de ramos generales en la esquina de Gurruchaga y Cabrera, en un incipiente Barrio Palermo.
A sus ventas diarias de todo lo que podía ofrecer un almacén sumó una barra dónde servía sándwiches de jamón crudo y vermut, costumbre de su España natal que los vecinos supieron aprovechar y que poco a poco se transformó en un clásico de la zona.
"Don Jesús estuvo hasta el año 2000 y en el 2002 decidimos hacernos cargo del local. Armamos una parrilla que la llamamos "Lo de Jesús" en honor a él" nos cuenta uno de los propietarios del lugar, Juan Pablo Caorsi.
El concepto del negocio siempre estuvo pensado para ofrecer carnes a las brasas y ligado al mundo del vino "en su momento estuvimos asesorados por Elisabeth Checa" recuerda Caorsi.
Lo de Jesús cuenta con espacios en la vereda, siempre acondicionados para las diferentes estaciones del año. Un salón principal que conserva, entre otras cosas, los pisos originales del viejo almacén de Jesús Pernas.
Allí se sirven, principalmente, carnes asadas y todo lo que forma parte de una parrilla, pero también nos encontramos con empanadas, pastas, sándwiches, diferentes guarniciones y postres.
"Nosotros trabajamos mucho con turistas, y el turista cuando viene a nuestro país vienen en busca de nuestras carnes, de un buen bife de chorizo y de malbec, nuestra cepa emblema" agrega Juan Pablo.
Hagamos un paréntesis y hablemos de las carnes que ofrece Lo de Jesús. Hace dos años que trabajan con el madurado húmedo de las mismas que consiste en la elección de cortes, de su propia planta frigorífica, los cuáles se envasan al vacío y se guardan en cámaras con temperatura y humedad controlada entre 15 y 21 días. "La carne argentina en general es de buena calidad pero con la maduración se le da un plus, se acentúan los sabores, se hace más tierna. Más allá de que sea un concepto que está de moda, hemos comprobado que hay una mejora notable cuando se la madura" aseguró Juan Pablo.
Volviendo a la propuesta de carnes de calidad y buenos vinos, la demanda los llevó a agrandar el negocio y en el 2016 abren "La Malbequería", que nace como vinoteca del restaurante y como la primera especializada en Malbec con más de 400 etiquetas. Por supuesto que también trabajan con todas las variedades.
La Malbequería es una casona reciclada que en la entrada cuenta con una vinoteca típica. Pasando este primer salón hay una galería techada, la cuál se comunica con el salón principal de Lo de Jesús, un patio al aire libre, y siguiendo por ese patio encontramos otro espacio al aire libre con una ambientación con plantas, una fuente, enredaderas y un patio de invierno. Todo climatizado.
Caorsi recuerda los principios de La Malbequería: "Comenzamos trabajando con eventos sociales, corporativos, presentaciones de vinos de distintas bodegas. Siempre con el concepto de carnes y vinos como premisa. El desarrollo de la industria vitivinícola y el conocimiento de la gente nos llevó a que La Malbequería tenga vida propia".
Así y en calle Gurruchaga 1418 uno accede a un winebar dónde la propuesta gastronómica es la misma que en Lo de Jesús, pero en un lugar dónde se respira la vitivinicultura de nuestro país.
Juan Pablo cuenta que "antes no ibas a un restaurante y tenías a un sommelier, generalmente uno iba y elegía su vino preferido. Hoy la gama es mucho más amplia. El cliente es mucho más exigente y eso nos dio la posibilidad de ampliarnos y armar un staff de sommeliers para que te asesoren en la mesa".
Además adelantó que "estamos por inaugurar un local pegadito a La Malbequería. Vamos a pasar la vinoteca para ese lado y en el local actual le vamos a dar prioridad al winebar".
En estos lugares la atención es todo. Sobre esto Caorsi expresó "siempre digo que uno puede tener una mala experiencia con la comida del lugar, o no te gusto la ambientación, son errores que se pueden subsanar desde lo humano, con un buen trato se puede resolver. No creo que nadie se vaya mejor de un lugar por más bien que haya comido, sino tuvo una buena atención".
Trasladar la buena atención, predisposición del personal y asesoramiento se trabaja desde adentro, y así lo entiende Juan Pablo: "Nuestro principal objetivo es el buen trato con el cliente y lo hacemos teniendo un buen trato con la gente que trabaja con nosotros, generando un trabajo en equipo, poniendo objetivos, premios, para que todos estén cómodos y se genere un buen ambiente".
Lo que viene para Lo de Jesús y La Malbequería:
Como mucho locales gastronómicos la pandemia los llevó a desarrollar el delivery para funcionar y mantener activo al personal. La jugada para éstos dos negocios fue efectiva: "funcionó tan bien que cuando volvimos a la normalidad le dimos su propio local en Palermo" expresó Caorsi.
Hoy cuentan con este servicio en Belgrano, Caballito y próximamente en Barrio Norte.
¿Qué probé en La Malbequería?
Debo decir que la elección fue muy bien guiada por el mozo. Saben asesorar y eso se agradece.
Entrada: Provoleta
Principal: Ojo de bife, jugoso, acompañado con espinacas a la crema.
Postre: Mousse de tres chocolates, blanco, tradicional y amargo.
Para beber: tienen vinos por copa, y como estaba con ganas de cabernet franc elegí este varietal de Bodega Benegas.
Para finalizar, Juan Pablo expresó "la gente está con ganas de salir y disfrutar, por eso queremos brindarle al público una grata experiencia. Los lugares se retroalimentan mutuamente. Hay mucha gente que conoció Lo de Jesús por La Mabequería y viceversa, pero mi corazón está en Lo de Jesús. Por suerte hay público para las dos cosas. Es un lindo mix para experimentar, la del bodegón y la de un lugar más moderno".
Próxima visita a Buenos Aires no dudo que volveré por otro corte de su parrilla y una buena copa de vino.
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